Bruselas perfila un nuevo cambio de frecuencia de TDT

TDT 23/04/2017

En diciembre de 2017 los Estados tendrán que tener cerrados los acuerdos transfronterizos con sus vecinos para evitar interferencias

Nueva mudanza en la TDT. Los canales de televisión tendrán que desalojar las frecuencias que ocupan actualmente para ceder su espacio a las comunicaciones digitales de quinta generación, que permitirán el desarrollo de servicios electrónicos, como el comercio online o la sanidad móvil. Este cambio de frecuencias, coordinado por la Comisión Europa, deberá concluir antes del 30 de junio de 2020. Como paso previo, en diciembre de 2017 los Estados tendrán que tener cerrados los acuerdos transfronterizos con sus vecinos para evitar interferencias.

La nueva reordenación de canales de televisión se enmarca dentro del mercado único digital y viene obligada por el llamado “segundo dividendo digital”, que consiste en liberar la banda de frecuencias de 694 a 790 MHz, que ahora ocupa la TDT, para aumentar la capacidad de las redes móviles e impulsar así el Internet de las cosas, el comercio electrónico o los servicios en la nube. Las emisiones televisivas serán trasladadas a la banda inferior a 700 MHz, de modo que los telespectadores tendrán que adaptar otra vez sus equipos y los operadores que distribuyen las señales se verán obligados a actualizar la red.

Además, todos los Estados están obligados a comunicar sus “hojas de ruta nacionales”, incluido un calendario pormenorizado, antes del 30 de junio de 2018. El objetivo es “limitar el impacto del proceso de transición para el público” y “facilitar la disponibilidad de equipos” necesarios para ver la televisión.

La Comisión ha trasladado a los Estados miembros un cuestionario para coordinar el cambio de frecuencias y abordar los problemas transfronterizos. Bruselas quiere tener información sobre los planes de cada país con el objetivo de que antes del 31 de diciembre de 2017 los acuerdos entre vecinos estén cerrados. Por su posición geográfica, a España se le reclaman datos sobre las negociaciones bilaterales con Francia, Portugal, Reino Unido, Andorra, Argelia y Marruecos.

Algunos países han avanzado ya a Bruselas sus medidas para abordar la transición tecnológica. Portugal, por ejemplo, explica que la mudanza de canales acarreará “importantes costes adicionales” y avanza su intención de utilizar los ingresos de la subasta de la nueva banda de frecuencias para afrontar las inversiones necesarias en la TDT (red de difusión, antenas, transmisores).

La decisión aprobada a mediados de marzo por el Parlamento Europeo y el Consejo establecen los plazos para la migración de canales. A la espera de que la Comisión dé el definitivo visto bueno, la banda de 700 MHz estará disponible para los nuevos inquilinos antes del 30 de junio de 2020, si bien la mudanza se podrá retrasar dos años “por motivos debidamente justificados”. Por ejemplo, interferencias, dificultades para una parte importante de la población o excesivo coste económico.

Redistribución de las frecuencias

Televisión. Los canales de TDT abandonarán como muy tarde el 30 de junio de 2020 la banda de frecuencias de 694 a 790 MHz. Por causas justificadas, los Estados podrán retrasar dos años la mudanza. Bruselas garantiza que los canales de TDT no experimentarán más cambios en el dial al menos hasta 2030.

Interferencias. Para coordinar las frecuencias transfronterizas, los Estados deberán concluir las negociaciones con sus vecinos antes del 31 de diciembre de 2017.

Coste. En toda la UE se estima el coste de la migración de canales entre 1.200 y 4.000 millones de euros, además de otros 900 para adaptar la red de transmisión.

A su vez, la TDT permanecerá en sus nuevos diales al menos hasta 2030. Este plazo ha sido especialmente aplaudido por los operadores españoles. La medida “dota de seguridad jurídica a largo plazo a la industria televisiva”, asegura Televisión Abierta, entidad que agrupa a las principales cadenas. Este grupo reclama que parte de los fondos obtenidos por la cesión de la banda de 700 a la telefonía móvil se destinen a compensar los costes de los “ciudadanos y agentes afectados por la migración forzosa”. Un estudio de la UE calcula que el paso a la TDT de próxima generación implicaría en conjunto entre 1.200 y 4.000 millones de euros. “La mayor parte de estos costes”, precisa, “serían soportados por los usuarios finales cuando actualizasen sus equipos de recepción antes de que finalizase el ciclo de renovación normal de los mismos”.

Con la nueva TDT, los usuarios tendrán que adaptar las antenas colectivas y resintonizar los receptores. En el caso de que se adopte el estándar DVB-T2, fuentes del sector sostienen que en torno al 85% de los televisores necesitarán un receptor externo (el clásico sintonizador) para ver los programas.

Además, la Comisión evalúa en 200 millones el coste de la adaptación de la red para los llamados equipos de creación de programas y acontecimientos especiales (PMSE, en sus siglas inglesas), cuyo principal uso son los micrófonos inalámbricos. También será necesario actuar en las redes que transportan la TDT. La UE calcula que distribuir los mismos contenidos que ahora en menos espacio “debería tener un coste máximo de 890 millones de euros”. En países como España, donde la TDT tiene un gran peso respecto a otros sistemas (cable o satélite) la factura de esta partida sería más elevada.

La Comisión permitirá que los costes que deberán afrontar los usuarios sean compensados “sin demora y de manera transparente”. Aunque para el telespectador sea un nuevo quebradero de cabeza, el proceso de resintonización de TDT será un buen negocio. Se estima que, teniendo en cuenta las subastas de la banda de 800 a 900 MHz, los ingresos por la banda de 700 alcanzarán en toda la Unión unos 11.000 millones.

El sistema de satélite se impone en Europa

En el conjunto de los países europeos, el satélite es el sistema de recepción de contenidos audiovisuales líder, mientras que en España los espectadores consumen mayoritariamente los canales que se distribuyen a través de la televisión digital terrestre (TDT). La Unión Europea de Radiodifusión calcula que unos 250 millones de personas reciben servicios de televisión en toda Europa a través de la TDT.

Según el estudio Satellite Monitor de la compañía luxemburguesa SES correspondiente a 2016, el 35% de los hogares europeos reciben la televisión por satélite mientras que el 26% utiliza, respectivamente, el cable y la TDT, y el 14% se conecta por Internet (IPTV).

La situación en España ofrece una fotografía diferente. El 60% de los hogares reciben la TDT, frente al 22% que accede por Internet, el 10% usa el satélite y el 8%, el cable. Alrededor de seis millones de hogares están abonados a una oferta de pago.

Fuente: economia.elpais.com